Mauricio-José Schwarz (México, D.F.; 2 de febrero de 1955) es un escritor mexicano, periodista y fotógrafo, radicado en España desde 1999.
Es cofundador de la Sociedad Mexicana para la Investigación Escéptica y fue su jefe de prensa y editor del boletín El investigador escéptico. En los medios mexicanos participó en numerosos debates contra proponentes de diversas ideas ocultistas, paranormales y sobrenaturales. Es miembro del Círculo Escéptico, asociación para la difusión del pensamiento crítico en España y escribe el blog El retorno de los charlatanes, dedicado a la promoción del pensamiento crítico y al desenmascaramiento de fraudes paranormales, ocultistas y de presuntos misterios.
A Mauricio-José Schwarz se le pregunto en el ask.fm sobre su opinión sobre el masculinismo
Link del articulo http://ask.fm/elnocturno1ed/answer/125251827760

¿Qué opinas en general sobre los movimientos masculinistas o pro derechos de los hombres, a.k.a. Men Right's Activism?
Me parecen tan profundamente absurdos, idiotas, prejuiciados, inservibles y autocomplacientes como algunos movimientos misándricos igualmente marginales.
No, no creo que el hombre haya perdido ningún derecho con el avance de la mujer ni tiene que defenderse de nada. Creo que en todo caso, si como hombres queremos hacer algo, lo conducente es apoyar al feminismo (entendido como movimiento por la igualdad de derechos, oportunidades, respeto, salarios, etc.) para que se acelere la velocidad del cambio, así sea testimonialmente, como ocurre con el proyecto He For She de la ONU (al cual pertenezco). No, no creo que la actitud de algunas personas que viven más allá de las playas de la razón (pienso, por decir algo, en Samantha Allen o Luce Irigaray), por abominables que resulten, amerite una reacción desordenada que no hace sino buscar una justificación al machismo que queremos dejar atrás la mayoría de nosotros, mujeres y hombres (ellas al frente, es su lucha, uno las apoya pero no sale en su defensa como princesitas desvalidas que no pueden hablar por sí mismas que es precisamente algo que he visto alucinantemente en mi propio y sufrido muro de Facebook).
Pasémoslo a otro espacio de enfrentamiento por la igualdad y las oportunidades y los derechos y la libertad: pero de las personas negras, descendientes de esclavos africanos. Claro que tienen mucho qué reclamarle a la historia y, todavía, a los que a su alrededor los siguen discriminando (aunque son cada vez más minoritarios), y merecen todo el apoyo.Ahora supongamos a un grupo marginal de afrodescendientes decide que se pasa al odio y desea destruir a los blancos porque tienen la culpa de todo. Su actitud es reprobable, pero no se puede olvidar que siguen siendo una minoría marginal y un tanto patética, y no representativos de la lucha de la mayoría de los afrodescendientes. Ahora planteemos además a un grupo de supremacistas blancos que usen a ese grupo marginal como pretexto, como "demostración" más bien cómoda de que "todos los negros quieren matarnos y debenos defendernos y defender los derechos de los blancos contra los negros" y exijan por ello el derecho a ser imbéciles y discriminar y odiar. Nos parecería de chiflados.
Con esa metáfora, los movimientos masculinistas equivalen a esos supremacistas blancos que justifican sus chifladuras con las peores chifladuras que -en Estados Unidos sobre todo, y en espacios posmodernos en todo el mundo- se hacen llamar feminismo, las propuestas más absurdas. Estos grupos de "derechos masculinos" magnifican esas propuestas y fingen que son generalizadas para justificar sus propias propuestas absurdas y su propio odio. En ambos casos lo que prima no es la lucha por los derechos ni mucho menos, son grupos de odio. Lo principal para estos grupos no es alcanzar la justicia, sino cargarse a quienes odian.
Todo grupo de odio es despreciable, todo grupo que generaliza es cuestionable, todo grupo que no matiza y es criticable. Y ambos van a perder.

Comentarios
Publicar un comentario